Dios Padre: Ven, sigue a Mi Hijo, por el Camino de la Verdad

Mi queridísima hija, ¿qué importa que Mis hijos amen tanto las cosas buenas que Yo les proporciono en la tierra?

¿Qué importa que el hermoso mundo que he creado sea tan amado y admirado por Mis hijos?

¿Qué importa que Mis hijos se amen y encuentren alegría en los demás?

Todos estos son Regalos Míos, tu amado Padre. Nunca debes temer estos maravillosos Regalos, ni debes sentirte culpable cuando te traen placer.

Sin embargo, el Regalo más importante que les traigo es Mi Amor por cada uno de ustedes. Este es un Amor único y el amor que ustedes tienen en sus corazones, por otros, tiene sólo una pequeña semejanza con Mi Amor Todopoderoso.

Sólo cuando antepongas tu amor, por estos Regalos especiales, a tu amor por Dios, dejarás de sentir paz. Así que, aunque encontrarás alegría en los Regalos que te di, sólo pueden ser disfrutados apropiadamente cuando se combinan con un amor puro de corazón por tu Creador.

Mi prueba para ustedes de Mi Amor siempre abrazador fue cuando les envié a Mi Hijo Unigénito para liberarlos del pecado. Él fue Mi mayor Regalo y, a través de Él, encontraréis la vida eterna en Mi Nuevo Paraíso.

El Camino ha sido tallado para ti y será moldeado cuidadosamente, todo el camino hasta las Puertas del Paraíso, a través de esta Misión final desde el Cielo.

Ven, sigue a Mi Hijo por el Camino de la Verdad y permite que Él te reúna en un capullo de seguridad, a través de Su Gran Misericordia.

Extiendo Mis Sagrados Brazos y te abrazo en la Alianza de Mi Hijo, mientras Él prepara las etapas finales de traer a todos Mis hijos a casa Conmigo.

Tu hogar estará entrelazado con el Mío. Paciencia, perseverancia, sufrimiento, lágrimas y amor por Mi Hijo, todo se combinará, mientras recorres este duro camino hacia Mí. Sólo aquellos lo suficientemente fuertes alcanzarán los pasos finales.

Tu amado Padre

Dios Altísimo